Proyectar una casa para un hermano y su familia, es todo un reto. Se comparten muchas cosas. En nuestro caso vivíamos un reencuentro después de vivir 9 años en dos continentes diferentes.
En el invierno de 1991-1992 Rosa y Nicolás esperaban la llegada de su primer hijo, la vivienda que habitaban en San Ildefonso era pequeña y ellos anhelaban vivir en el campo, con vistas a la Sierra. En el recuerdo la casa de los abuelos en La Falda, (Córdoba, Argentina), la vida en la cocina, y el lugar con ventanales donde escuchábamos la radio y jugábamos a las cartas.
También mis primeros pasos en el ejercicio de la profesión, aquí en España. Por unos meses no pude visar yo mismo el proyecto y recurrí al arquitecto que me había dado trabajo en Segovia. Angel Egido, desde aquí mi recuerdo y agradecimiento. El confió en mi y me dejó dirigir una obra que, en los papeles, era su responsabilidad.
El proyecto y la obra fueron para mi un ejemplo práctico de la transformación de la teoría en praxis arquitectónica. Varias modificaciones y adaptaciones a las circunstancias que nos tocaban vivir. Problemas de lindes, burocracia y desinterés por parte del ayuntamiento, dificultades económicas, incumplimiento de los plazos por parte de algunos gremios, resolución de problemas a pie de obra etc…
La obra también tuvo algo de autoconstrucción, en especial la etapa de la pintura final, amoblamiento y pequeños pero importantes detalles. Un personaje supo interpretar la misión constructiva de la obra, Teodoro, albañil segoviano, tesonero y trabajador, lo que no sabía lo preguntaba y si no obtenía respuesta, él proponía la solución necesaria en cada momento. Muchas mañanas al llegar a la obra, escuchaba su voz cantando coplas entre los andamios y tras el humo del fueguito para calentarse en invierno.
Debo agradecer aquí a Lola, la actual propietaria que hace pocos días me invitó a pasar y ver la casa, que en una expresión suya “es un poco mía”.
El tiempo la ha transformado, ya no es una casa en el campo para criar niños, sirve a sus propietarios actuales como retiro en la madurez y quizá para mimar a sus nietos.
Nota: La fotografía de portada y parte de las de la ficha proceden del archivo de Nicolás Gargiulo
Me costó reconocerla,en especialla imagen donde se mimetiza con la actual calle y los edificios del fondo.Mi última visita...Enero del 2002.
ResponderEliminarPero al ratito me dijo:"no me conocés?soy yo.