4 de septiembre de 2010

Una casa para que jueguen los niños

 

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Llevaban unos años detrás de la casa que Justo estaba rehabilitando.

Cuando entré allí por primera vez, tuve una buena sensación, una casa de arquitectura popular que se había conservado bastante bien, gracias a una intervención  respetuosa con su esencia.

Sin embargo la casa tenía un aire de tristeza, quizá porque no estaba terminada y de las paredes emanaba un color  avainillado que daba esa impresión de tristeza.

Raúl y Pilar habían soñado vivir en esa casa juntos, pero las circunstancias de su vida habían cambiado(la separación de la pareja) y la casa sería la casa de Raúl, donde jugaran los niños.

Pensé entonces que lo más sencillo y eficaz en ese momento era intervenir en el color de la vivienda, adecuarlo a las circunstancias de vida de Raúl y sus hijos.

El color tenía que vibrar con la casa y con sus habitantes,en sintonía con todo el amor necesario que se desplegaría en esta nueva etapa.

El trabajo en esta casa ha sido para mi una experiencia nueva diría, por un lado he sentido libertad para proponer y por otro lado sentía que la propia casa me invitaba a implicarme en su transformación.

Trabajar para un amigo es muy difícil, pero a su vez muy reconfortante. Hemos compartido muchos momentos juntos en esta casa, de trabajo , de reflexión, de juego, de íntima amistad junto al fuego. Algo de lo que estoy agradecido.

Nuevos proyectos han nacido en ella, proyectos de transformación y de una mayor toma de conciencia.

Quizá la luz , el color , el fuego, la madera, la piedra, la tierra, sus materiales nobles, su historia pasada, sus antiguos moradores, hayan  confluido aportando una nueva forma de energía, ayudando a la vida.

 

FICHA Y FOTOGRAFÍAS

 

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3 comentarios:

  1. Es maravillosa esta casa!!!!!!!!! pude comprobarlo personalmente, creo que el objetivo planteado por los nuevos moradores fue alcanzado y superado, no sólo por la belleza de la casa, de los colores, de la estética, de los materiales utilizados sino por lo que trasmite. Ni bien entras en ella una extraña paz y sensación de bienestar te inavade, como si la felicidad flotara en el ambiente.
    Su nombre "La casa en la que juegan los niños" hace honor al trabajo realizado. Felicito a los amigos, dueño y arquitecto en la realización de este precioso proyecto ( no sólo los que habitan disfrutan, también los que somos invitados)

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  2. "Hermosa. Hermosos recuerdos.
    Esa casa-continente.
    Ese horno, Rojo!, protagonista impactante; por fuera: vientre-embarazo, gestando. Por dentro: útero-continente-calor-fuego-místico, donde también juegan los niños en su medio...
    Hermosa casa-viva, llena de colores...(atrevida), llena de Vida.
    Hermoso HOGAR.
    Un abrazo para vos y Raúl.
    La Negra, desde Rosario".

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  3. "Todo tiene siempre una solución y todo es más fácil si se piensa dos veces..." podría ser una manera de sintetizar el trabajo de J.C. Gargiulo, aunque el profundo agradecimiento que siento hacia Juanca no lo puedo resumir en pocas líneas. Su creatividad, su ayuda, su lealtad...me han conmovido y me conmueven muchas veces.

    Esta misma mañana me he topado con estas palabras de Pablo Neruda con las que me identifico por completo, se trata de un pequeño párrafo de sus Memorias: "En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es un niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta. He edificado mi casa también como un juguete y juego en ella de la mañana a la noche".

    Gracias.
    Un fuerte abrazo.
    Raúl.

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