5 de octubre de 2010

El Conservatorio de Segovia, una propuesta integradora.

 

 

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En 1996, Flores Chaviano, (guitarrista cubano) que por entonces dirigía el Conservatorio de Música de Segovia, junto con Álvaro Mendía, (profesor de música de cámara y miembro de la junta directiva, me invitaron a elaborar con ellos un proyecto de nuevo Conservatorio, alternativo a lo que se les venía encima, que era la propuesta de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.

El Conservatorio de Segovia había desempeñado dignamente sus funciones hasta ese momento en un palacio precioso del siglo XV, el Palacio Quintanar.  Pero la dirección Provincial de Educación tenía sus propios planesPalacio Quintanar para el destino de este edificio . Muchos novios tenía, que si escuela de hostelería, que Casa para los pintores pensionados, que escuela de Títeres de Segovia, etc… Yo tenía un gran afecto a este edificio , ya que mi primera actuación profesional en Segovia, (1990) fue como jefe de obra para una pequeña empresa constructora que rehabilitó parte del edificio. Allí pude apreciar y vivir mi primer invierno en Segovia, ya que pasaba muchas horas en un pequeño despacho con vistas al jardín posterior donde fuera del horario de trabajo, dibujaba, escribía cartas a la familia y los amigos y escuchaba música mientras veía nevar por la ventana.

Volviendo al grano, me puse a trabajar en una idea central que teníamos en el equipo y que se concretaba en poder integrar en un sólo complejo, un Conservatorio de Música, la Escuela de Artes Aplicadas-Casa de los Picos y El Teatro Cervantes ( que estaba cerrado desde 1984 )  utilizando el solar del Seminario infrautilizado como aparcamiento de los empleados del Seminario (propiedad del Obispado de Segovia).

Las ventajas de crear un Centro Integrado de Enseñanzas artísticas eran evidentes: la posibilidad de intercambio cultural, de integración de proyectos, de posibilidades creativas de profesores y alumnos, de tener espacios incluso para sede de la tan ansiada Filarmónica de Segovia, incluso desarrollar allí la Escuela de danza, otra deuda pendiente,

Realicé unos bocetos ( que se adjuntan con la ficha y las fotos) algunos estudios y un programa de necesidades. Pero lo más importante era poder iniciar las gestiones ( el punto débil de la propuesta) . Tuvimos una entrevista con el equipo directivo de la Casa de los Picos, donde fue bien acogida y respaldada la propuesta. Incluso un Concejal del Ayuntamiento de Segovia nos dio su apoyo , Luis Peñalosa.

Pero la situación interna del Conservatorio precipitó un cambio en la Junta Directiva y el proyecto se abandonó. Ni siquiera se puso a consideración del Claustro de Profesores.

Pronto llegaría el proyecto del nuevo Conservatorio, con sus planos y maquetaCONSERVATORIO3  para que los padres, profesores y alumnos pudieran admirar la maravilla de edificio que  construirían , eso sí , a las afueras de Segovia, fuera del recinto amurallado ( corazón de la ciudad), en el barrio de Nueva Segovia, junto a la autopista de circunvalación. Todo un signo de modernidad.

No hubo ninguna posibilidad de presentar una alternativa. Desde el ayuntamiento tampoco  hicieron suya la propuesta y todo fueron trabas, que si el Obispo no iba a vender o arrendar la parcela etc… ( Hoy en día el proyecto de Centro Cultural del teatro Cervantes incluye la parcela del Seminario propiedad del Obispado). Alguien me dijo años después que la idea era buena pero que no saldría adelante porque yo no era un “arquitecto conocido”.

La Casa de los Picos sigue funcionando como escuela de artes aplicadas fiel a su rutinaria programación y perdiendo fuelle año a año.

El Teatro Cervantes pasó por un concurso de ideas con premio multimillonario que finalmente no se desarrolló y luego por un proyecto Municipal para rehabilitarlo y destinarlo a Centro Cultural, que inició las obras, pero fueron paralizadas por la Junta de Castilla y León por un conflicto mas bien político que urbanístico. Su futuro es incierto, ya que la corporación municipal actual tiene un contencioso con la Junta de Castilla y León (de signo político contrario al ayuntamiento).

En 1990 tuve una experiencia premonitoria y reveladora a la vez : trabajaba en Madrid para un equipo de prestigiosos arquitectos que habían ganado un concurso para un edificio público en Barcelona,  y les habían adjudicado el desarrollo del proyecto de ejecución y la obra. Yo tenía la misión de hacer “entrar el programa” en el desarrollo del proyecto. Habían ganado el concurso, pero no habían verificado el programa ( tampoco al jurado le interesó) En el edificio no cabían todas las oficinas que se detallaban en las bases del concurso. Me he topado así que muchas veces 1º se hacen los edificios y luego se piensa lo que va dentro. O que los edificios son tan poco flexibles que las funciones que albergan no admiten fácilmente los cambios.

Así me di cuenta que uno de los defectos principales de la administración pública  y de muchos técnicos privados a su servicio, es la de no tener en cuenta las necesidades de los usuarios, ni siquiera se los consulta para el desarrollo de los programas. Se diseñan edificios con programas teóricos no verificados que luego los usuarios tienen que sufrir, o adaptarse. En este caso la forma no sigue a la función ( axioma del Movimiento Moderno de la Arquitectura).

El tiempo ha pasado , ya 14 años de aquello y pienso hoy , con la candidatura de Segovia como ciudad europea de la cultura 2016, que tanto gasta en lo efímero ; quizá esta propuesta podría haber sembrado el germen de la integración de las artes, algo que nos invitase a reflexionar sobre nuestra integración como seres humanos.

 

FICHA Y FOTOGRAFIAS

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