Esta tarde me topé con una carpeta de dibujitos, y apareció este boceto, doblado, que utilicé algún tiempo como tarjeta de presentación. No tiene fecha, pero podría ser de 1994. Representa el perfil del recinto amurallado de Segovia, visto desde el mediodía. Está hecho de memoria , es por eso que es casi una mancha de color.
En aquella época no conocía tan bien la ciudad como ahora, y casi no había intervenido en obras dentro del recinto amurallado. El color, la luz de la ciudad, su perfil casi de nave en el océano de Castilla, la magia de sus calles y patios, sus rincones, hacen que uno se enamore del lugar.
En 1982 estuve por primera vez paseando por sus calles, y aunque la ciudad era mas provinciana y su arquitectura más desvencijada, dejó en mi alma plantada la semillita para volver. Y mira por dónde que ha sido mi destino de emigrante lugar donde eché raíces.